Saturday, November 29, 2008

El regreso a los cuarteles

El gobierno mexicano lleva más de 20 años intentando reformar a sus policías para lograr que sean efectivas y confiables, pero ese própósito no ha sido alcanzado y es posible que transcurran 20 años más antes de que el objetivo comience a ser cumplido. En tanto, sucesivos gobiernos han empleando a las fuerzas armadas como el último recurso en el combate al narcotráfico.

En este proceso, las fuerzas armadas han sido configuradas para confrontar un cúmulo de amenazas irregulares a la seguridad interna cuyo rango es muy amplio: secuestradores, movimientos armados, traficantes de drogas, armas e inmigrantes. ¿Dónde queda entonces la defensa exterior?

En esta colaboración a El Universal doy cuenta de algunos aspectos del problema: la infantería se ha convertido en una especie de policía y recibe desproporcionadamente más recursos que la artillería y la caballería. La Fuerza Aérea privilegia las operaciones antinarcóticos y sólo un 1 por ciento de sus actividades tiene que ver con la vigilancia del territorio nacional.

La lucha antinarcóticos también ha volcado a la Armada de México hacia las costas y al privilegio de las actividades de la infantería de marina, sin recursos suficientes para cumplir con sus objetivos de vigilar las aguas territoriales.

Los representantes mexicanos ante la ONU han expresado que las fuerzas armadas serán retiradas del combate al narcotráfico cuando hayan policías confiables y efectivas, pero el gobierno no ha demostrado ningún plan para aumentar la capacidad militar de defensa nacional.